miércoles, 18 de julio de 2012

LA LEYENDA DEL ILLIMANI

Cerca de las riberas del río Chuquiabu (actualmente Choqueyapu) Illi un jefe indio e hijo de Huiracocha se encontraba en edad de casarse y los brujos de la región le aconsejaban que lo hiciera, pero el joven sólo atinaba a sonreír. Un día Illi se fue a cazar aves, al efectuar esto escuchó el canto de una mujer que se acercaba, ella era Mana una joven hermosa que al ver a Illi calló. Entonces él le preguntó, ¿tienes dueño? y Mana respondió - no- ¿Por qué? preguntó él. Mana le explicó que era hija de Furia Keschua y estaba en castigo desterrada los valles de Chuquiabu, y mi nombre en quechua significa " no " es decir que jamás podré ser feliz con ningún hijo de Huiracocha.

Illi se enamoró de Mana, pensaba que al ser buenos los dos obtendrían la bendición de Huiracocha y el perdón de Kheshua, para lograrlo se reunió con los brujos y en el momento preciso en que la Luna llenaba de claridad aquel lugar invocaron a Huiracocha quien aconsejó a Illi que se alejara de la joven porque algo grave podía suscitarse, pero Illi decidió no obedecer y se encerró en su cuarto del cual no salió por varias lunas hasta que oyó el dulce canto de Mana.


Se encontraron nuevamente y acordaron casarse antes de dos lunas. Al llegar el día de la boda, los habitantes de la comarca vieron que se levantaba una inmensa mole de blancura y sabían de la desaparición de Mana. Illi al enterarse, buscó a Mana. Al escuchar nuevamente su canto, siguió el sonido y llegó a los pies de la mole blanca. En un principio trató de alejarse, pero también se alejaba de la melodía.

Decidió volver y abrazado a las faldas del cerro gritó el nombre de su amada.

La melodía desapareció, la mole blanca era el traje de novia de Mana convertida en un cerro nevado y frío que ni el sol puede calentar, Kheshua había cumplido. Illi quiso gritar la perversidad de Keshua, pero Huiracocha por no dejarlo sufrir hizo que el viento de la blancura de Mana entonará la canción que conocía Illi, el también desapareció, se convirtió en una brisa en las cumbres del nevado.
Desde entonces Illi cuida a Mana y no se separan. Huiracocha permite que Illi aparezca en Chuquiabu alguna vez, en forma de tempestad para enseñar a los moradores que el castigo se cumplió.

Mucho tiempo después, llegó al Collasuyo el Inca Pachacútej, que conociendo la historia de los dos jóvenes, le puso el nombre de ILLIMANI al hermoso nevado.


El misterio que envuelve a esta ciudad es único

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